REAL MADRID

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Una foto mia y una calle de mi pueblo

domingo, 27 de junio de 2010

TRES LEONES


En la selva vivían 3 leones.

Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:

- "Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero existe una gran duda en la selva: hay 3 leones y los 3 son muy fuertes".

-"¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?"

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí: -" Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener 3 reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos... Necesitamos saber cuál será el elegido, pero... ¡Cómo descubrirlo?"

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los 3 leones:- "Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que Uds. 3 van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey".

La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar.

El segundo empezó con todas ganas, pero también fue derrotado.

El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los 3 fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey?

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:-"Yo sé quién debe ser el rey!".

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa. -" ¿Cómo?", preguntaron todos...

- "Es simple..." dijo el águila. Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña:

El primer león dijo: - "¡Montaña, me has vencido!".

El segundo león dijo: - ¡"¡Montaña, me has vencido!".

El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora...! Porque& ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo".

La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y para quien piensa así, su propio ser es más grande que su problema: él es el rey de sí mismo, y está preparado para ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiastamente al tercer león, que fue coronado El Rey de los Animales.

Moraleja: No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o problemas que tengas. Tus problemas, al menos la mayoría de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú.

Todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.

Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.

La Montaña de las dificultades tiene un tamaño fijo, limitado.

¡Y TÚ AÚN ESTAS CRECIENDO!

domingo, 20 de junio de 2010


Monos y Plátanos

Un grupo de científicos encerró a cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de plátanos.

Cuando uno de los monos subía la escalera para agarrar los plátanos los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que se quedaban en el suelo.

Pasado algún tiempo, los monos aprendieron la relación entre la escalera y el agua, de modo que cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos.

Después de haberse repetido varias veces la experiencia, ningún mono osaba subir la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos.

Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos por otro nuevo.

Lo primero que hizo el mono novato nada más ver los plátanos fue subir la escalera. Los otros, rápidamente, le bajaron y le pegaron antes de que saliera el agua fría sobre ellos.

Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo nunca más subió por la escalera.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo con el que entró en su lugar.

El primer sustituido participó con especial entusiasmo en la paliza al nuevo.

Un tercero fue cambiado, y se repitió el suceso.

El cuarto, y finalmente el quinto de los monos originales fueron sustituidos también por otros nuevos.

Los científicos se quedaron con un grupo de cinco monos que, a pesar de no haber recibido nunca una ducha de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentaba llegar hasta los plátanos.

Si fuera posible preguntar a alguno de ellos por qué pegaban con tanto ímpetu al que subía a por los plátanos, con certeza ésta sería la respuesta: «No lo sé. Aquí, las cosas siempre se han hecho así».

Algunas veces esta historia se cierra con una moraleja o comparación directa con la situación de muchos proyectos o departamentos en las empresas.

En otras, se cierra con una cita (¿apócrifa?): «Como dijo Albert Einstein, ¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.»

Otras intentan explicar su significado: «No pierdas la oportunidad de contar esta historia a tus amigos, para que, de una o de otra manera, se pregunten por qué están golpeando y por qué estamos haciendo las cosas de una manera, si a lo mejor las podemos hacer de otra.»

Y otras versiones terminan con «¿Te suena conocido? Pues por eso una buena parte de la humanidad acepta las reglas sin preguntarse y son oprimidos sin más...»

domingo, 13 de junio de 2010

Poema a mis amigos_Jorge Luis Borges.-El sonido del silencio_Richard Cla...



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ZANAHORIAS, HUEVOS... Y CAFÉ!


Había una vez una hija que a menudo se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.
Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó la zanahorias y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los puso en otro tazón. Sacó el café y lo puso en un tercer tazón.
Mirando a su hija le dijo: "Querida ¿qué ves?”
"Zanahorias huevos y café"- fue su respuesta.
Entonces la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera... Luego de sacarle la cáscara observó que estaba duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?"
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua, fuerte, dura... pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido...
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

¿Y CÓMO ERES TÚ?
¿ERES UNA ZANAHORIA, QUE PARECE FUERTE, PERO QUE CUANDO LA ADVERSIDAD Y EL DOLOR TE TOCAN, TE VUELVES DÉBIL Y PIERDES TU FORTALEZA?
¿ERES UN HUEVO, QUE COMIENZA CON UN CORAZÓN MALEABLE?
¿POSEÍAS UN ESPÍRITU FLUIDO, PERO DESPUÉS DE UNA MUERTE, UNA SEPARACIÓN, UN DIVORCIO O UN DESPIDO TE HAS VUELTO DURO Y RÍGIDO?
¿POR FUERA TE VES IGUAL, PERO ERES AMARGADO Y ÁSPERO, CON UN ESPÍRITU Y UN CORAZÓN ENDURECIDO?.....
¿O ERES COMO UN GRANO DE CAFÉ?
EL CAFÉ CAMBIA AL AGUA HIRVIENTE, EL ELEMENTO QUE LE CAUSA DOLOR. CUANDO EL AGUA LLEGA AL PUNTO DE EBULLICIÓN EL CAFÉ ALCANZA SU MEJOR SABOR.
¡SI ERES COMO EL GRANO DE CAFÉ, CUANDO LAS COSAS SE PONEN PEOR TÚ REACCIONAS MEJOR Y HACES QUE LAS COSAS A TU ALREDEDOR MEJOREN!

jueves, 3 de junio de 2010



Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla acerca de la vida con sus nietos.
Les dijo: Una gran pelea está ocurriendo en mi interior y es entre dos lobos.
Uno de los lobos representa la maldad, el temor, la ira, la envidia, el dolor, el rencor, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, la mentira, el orgullo, la competencia, la superioridad y la egolatría.
El otro la bondad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la dulzura, la generosidad, la benevolencia, la amistad, la empatía, la verdad, la compasión y la fe.
Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes, y dentro de todos los seres de la tierra.
Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo:
Abuelo, dime… ¿Cuál de los lobos ganará?".
Y el viejo cacique respondió simplemente... EL QUE ALIMENTES.